Estando en Japón, sus jardines simplemente nos extasiaron, no podíamos dimensionar tanta preciosidad y perfección conjugadas en torno a todo lo que venimos forjando por décadas.

Así nuestro mayor desafío ha sido estar a la altura de un estilo de jardín único, que invita a la reflexión y permite; entrever, escuchar y sentir, la amplia frecuencia de la armonía que nos regala la naturaleza.